*Escrito recomendado por el capítulo de Iquimandes 

Blog  de Rakshitha Arni Ravishankar 

Una de las cosas que más extraño de mi vida antes de la pandemia es viajar. Cada año, averiguaba un destino que quería explorar, ahorrar para un viaje y planificar mis vacaciones con meses de anticipación. Era mi forma de desconectarme activamente del trabajo; ni siquiera traje una computadora portátil.

Luego, pasó el año pasado.

El “tiempo libre” comenzó a sentirse completamente sin sentido. Me encontré pensando: “¿Qué sentido tiene tomarme un descanso si no puedo salir, ver a otras personas y explorar?”

Para el Día de Acción de Gracias, tenía casi tres semanas de días de vacaciones sin usar, y no tenía suficiente tiempo para usarlos.

Mirando hacia atrás, puedo ver que estaba usando el trabajo como mecanismo de afrontamiento. Mi trabajo era (afortunadamente) una de las pocas cosas estables y familiares con las que podía contar en 2020. Me ayudó a superar la incertidumbre y me hizo sentir valorada y ocupada mientras el mundo seguía cambiando. Pero, en el camino, internalicé esta idea de que las vacaciones deben ser “productivas” para ser agradables.

Este año no se siente muy diferente. Si bien algunos países como los EE. UU. Y el Reino Unido se han abierto, partes de la India todavía están pasando por un bloqueo parcial o total. Todavía estamos recuperándonos de los impactos de una segunda ola devastadora, y todavía existe el temor de salir.

El pavor existencial prolongado me ha hecho reconocer que no hay forma de escapar al cambio, ni a mis sentimientos al respecto. Por mi salud, he comenzado a ser más intencional en tomarme un tiempo libre y repensar lo que significa irme de “vacaciones”. En el proceso, estoy aprendiendo que unas vacaciones no tienen por qué ser un viaje complicado. Puede ser lo que yo quiera que sea: un día libre para leer un libro, hacer un largo viaje en auto o simplemente recuperar el sueño.

Cambiar mi forma de pensar de esta manera no ha sido fácil, pero lo estoy intentando. Y hacerlo me ha ayudado a volver a priorizar las cosas que me importan fuera de mi trabajo: cuidar mi salud, pasar tiempo con mi familia y reconectarme con amigos.