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Diciembre de 2016, doce años después de la puesta en marcha del más ambicioso proyecto de la Universidad de los Andes en salud: la Facultad de Medicina. Se reúnen por primera vez ocho jóvenes médicos uniandinos en las instalaciones de la Asociación de Egresados de la Universidad con un interés en común: generar un espacio de participación profesional para agremiar a nuestros colegas y hermanos de alma mater en un proyecto que permita impactar a la sociedad ya la comunidad uniandina de forma positiva.

Qué mejor lugar para la reunión. Emotiva y pausada, varios recuerdan peripecias de la carrera o reencuentran entre los pocos asistentes a antiguos compañeros de rotación. Ahora médicos, entre turnos y revistas hospitalarias, evidencian que el mecanismo para lograr esta empresa reside en la Asociación. Deciden entonces, siendo los primeros en plantear este propósito, firmar el acta de fundación del que es hoy el Capítulo de Egresados de Medicina Andinos MD el capítulo más joven de la Asociación, con el compromiso de aportar a una mejor patria, a una mejor sociedad.

Hacer un recuento de los cuatro años de historia de nuestro capítulosería ínfimo, en comparación con los grandes logros de la Asociación de Egresados en sus 65 años de servicio a la comunidad, de no ser por este pequeño pero valioso diferenciador: estos ocho médicos eran los primeros, de nuevo.

Para este grupo de uniandinos en especial, ser los primeros no era algo desconocido. Estos ocho médicos fueron integrantes de los primeros semestres de estudiantes inscritos en la carrera de Medicina de la Universidad de los Andes. Cursaron su carrera con los ojos de toda la comunidad universitaria a cuestas, además de las altas expectativas a nivel nacional de los “médicos que va a graduar los Andes”. Vieron con orgullo cómo las primeras oleadas de egresados no solo cumplían con su compromiso social, las expectativas de pacientes y de la comunidad, sino que superaron con creces las mismas. “Son médicos íntegros y muy humanos” pasó de ser un comentario de pasillo a ser un diferenciador del profesional en salud uniandino.

Tuvieron el honor de ser estudiantes de grandes médicos de tantas ramas y de tantas universidades o escuelas médicas, que quimerizaron estas en lo que hoy llaman la Escuela Médica Uniandina; aspecto que facilitó que muchos egresados contemporáneos pudieran romper las barreras de obtener especializaciones en el exterior —tan dificultosas para el médico latinoamericano—, permaneciendo en el país quienes decidieron hacer patria.

Estos ocho médicos fueron de los primeros en ponerse nuestro ahora conocido traje de mayo gris, que nos ha hecho merecedores del apodo “ratones” entre los estudiantes de otras facultades y conocieron el muy poco popular vino tinto de los primeros años de la Facultad.

Fueron los primeros estudiantes de medicina uniandinos en rotar por los pasillos de la Fundación Santa Fe de Bogotá (FSFB), tras dos décadas de planeación entre ambas instituciones hasta la constitución de la Facultad y los primeros en recibir el anhelado diploma de internos de la FSFB.

Encabezados por el Dr. Samuel Barbosa, primer presidente de Andinos MD y uno de los primeros egresados en incursionar en el apoyo a entes gubernamentales, este grupo de pioneros incluía en sus filas también a la Dra. Ángela María Ospina, actual presidenta del capítulo y primera egresada en perfilar las prácticas de la medicina tradicional china y la medicina funcional en la comunidad uniandina, enriqueciendo enormemente la pluralidad y la integralidad de nuestro gremio, e incluso al Dr. Roberto J. Rueda, primer egresado en ordenarse como profesor de planta de la Facultad y actual coordinador de Anatomía que ha solidificado y fortalecido nuestra Escuela uniandina en medicina.

Estos pioneros, que a su corta edad se han convertido en expertos en ser los primeros, buenos entendedores de que la educación y las actividades en prevención de la enfermedad y la promoción de la salud son las armas más poderosas con que contamos para aportar a la sociedad, iniciaron con pasos tímidos a diseminar en la comunidad conceptos de hábitos de vida saludable, alimentación balanceada y uso responsable de medicamentos.

Tras dos años de su fundación, con varios miembros más y proyecciones claras, el capítulo decidió por unanimidad hacer un homenaje en vida a quien, para todos, más que un profesor fue un mentor, el Prof. Dr. José Félix Patiño.

Siguiendo sus enseñanzas se constituyó un plan de desarrollo para el capítulo que nos acercó al ideal proyectado por los fundadores, con múltiples eventos dedicados a la educación con énfasis en enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, obesidad y otros tantos en temas de importancia como el cuidado de la piel, salud mental, probióticos, etc. Casualmente la pandemia, que nos ha limitado en muchos aspectos, nos ha fortalecido en otros y con el uso de las tecnologías hemos creado paneles de expertos compuestos por múltiples charlas en temas asociados al cuidado de la salud respiratoria, las pruebas y el diagnóstico de la infección por SARS Cov-2 o relacionados.

Esperamos, así como lentamente hemos cursado nuestros primeros cuatro años de novedades, acompañar y fortalecer a la Asociación durante muchos años más, aportando a la comunidad uniandina y a nuestra sociedad.