De la igualdad a la equidad en el campo de la carrera militar

Junio 30, 2021
Antropologia
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Escrito por: 

Magda Patricia Estrada

Junta Capítulo de Antropología

Para aportar a la construcción del archivo vivo del Capítulo de Antropología, retomamos para ustedes algunas de las ideas que expusieron las antropólogas e investigadoras María Antonieta Corcione y Leidy Johana Cabrera, en nuestro pasado evento acerca de las mujeres militares:

Las mujeres que optan por realizar una carrera militar en el Ejercito Nacional enfrentan a una institución con valores tradicionales, fuertemente jerarquizada y construida sobre una masculinidad asociada principalmente a la exaltación de la fuerza física, y que al mismo tiempo se adapta a garantizar las condiciones de igualdad en el acceso y desarrollo profesional militar tanto a hombres como mujeres, en un contexto de tecnificación. Hoy en día los ejércitos en el mundo son cada vez más tecnificados.

Asimismo, es interesante descubrir que una profesión que presenta siete alternativas de armas: infantería, caballería, artillería, ingeniería, comunicaciones, inteligencia y logística, ofrece un campo diverso de desempeño y cada uno de ellos hay mujeres realizándolo. Aquí es oportuno destacar que en el ejercito existían mujeres trabajando en la institución; pero antes del 2009 su presencia no representaba alguna “amenaza” o “tensión” porque ellas se dedicaban a labores administrativas que no comprometía los espacios masculinos: ellas no iban a terreno, no comandaban.

Después de esa fecha se transforma esta situación; porque las mujeres ingresan de otra forma al mundo militar y deben ser reconocidas como un igual, un par. De ahí que cobre importancia el concepto de identidad para poder comprender esa multiplicidad de percepciones de cómo se construyen sujetos femeninos y masculinos. En este conversatorio se exploraron algunas de las motivaciones de las mujeres y están relacionadas con la tradición familiar, un sentido heroico, ir contra lo establecido en la familia y un reto personal.

Este proceso de incorporación de la institución no está acabado, se advierte que aún se aprende. El ciclo de vida de las mujeres, donde se encuentra la lactancia, permea también la institución y demanda otra forma de relacionamiento. A diferencia de los hombres, quienes pueden hacer toda una carrera militar, durante unos 40 años, sin muchos sobresaltos. Todavía hay armas donde se cuestiona si la capacidad física es un rasgo crucial para el desempeño, donde se excluiría la participación de las mujeres.

Todo ello plantea la necesidad de formular retos en términos de equidad, porque no se puede asumir que a las mujeres no las dejan hacer, es conveniente pensar que hay campos en donde las mujeres no quieren participar. Es una cuestión de doble vía. En ese proceso de pensar el género surge la investigación social como una forma de abrir espacios para la comprensión de lo que piensan los individuos y aportar a los cambios que asume la institución.