Genealogía molecular y el fin de las razas: todos somos parientes

Junio 10, 2021
Bioandes
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El capítulo Bioandinos organizó un interesante conversatorio llamado ‘Genealogía molecular y el fin de las razas: todos somos parientes’. El principal invitado fue Alberto Gómez Gutiérrez, quien es Biólogo y Microbiólogo de la Universidad de Los Andes y Doctor en Bioquímica de la Universidad de París, Francia. Ha sido director del Instituto de Genética Humana en la Facultad de Medicina y director del Departamento de Microbiología en la Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Javeriana, en Bogotá.

En el conversatorio, Gómez basó su presentación en hacer un análisis sobre la definición de raza que está en la enciclopedia británica, en donde identificó algunos elementos y conceptos que son válidamente refutables.

El primer elemento que evaluó es si la raza es una idea que divide a la especie humana en grupos distintos con base en diferencias físicas y de comportamientos. En este punto, Gómez hizo un recorrido histórico sobre la idea de raza que se tenía en varias culturas y épocas.

De acuerdo con Gómez, desde la época de los egipcios (siglos XV-V a.C) ya se georreferenciaba a los grupos humanos, además los clasificaban por la tonalidad de la piel. También indagó sobre el concepto que se tenía en la antigua Grecia, la Edad Media (siglos V-XV d.C), la época de las conquistas europeas (siglos XVI-XVII), los viajeros jesuitas, la Ilustración (siglo XVIII), en donde se analizó los conceptos que formularon Carl Linneo, Frediederich Blumenbach, Samuel Smith, Alexander von Humboldt, James C. Pritchard, entre otros.

El segundo elemento que Gómez analizó es que los estudios genéticos han refutado la existencia de las razas. Al respecto, comentó: “Uno de los primeros elementos que uno puede tomar para refutar es que las clasificaciones no cuadran. Si uno clasifica la humanidad por etnias, el color de piel o en grupos sanguíneos, no cuadran las clasificaciones y eso ya es problemático”.

También completó la información anterior con base en lo que se ha determinado como los porcentajes en la composición genotípica de una población. Para ello, mencionó el caso de Antioquia y el equivalente a estos porcentajes que se manejaban en la época de la colonia española en América.

Ver imagen sobre los porcentajes en la época colonial:

Para Gómez, en ese entonces se clasificaba a las personas no tanto por su origen español, africano o indígena, sino por la posición social que tenían. “Esto es completamente inconveniente y ha generado naturalmente unas reacciones que son las que vemos hoy, poblaciones desfavorecidas en función a estos cuadros clasistas. No sigamos hablando de porcentajes en la genética, cuando eso ya no tiene razón de ser. En otras palabras, los porcentajes representan las trizas de las razas”, agregó.

Ante esto, Gómez planteó los siguientes cuestionamientos:

  1. Si la subestructura de la especie humana depende del marcador genético, ¿dónde está el 100 %?
  2. ¿Si vamos a subdividir la humanidad en porcentajes, los vamos a hacer en decimales, centesimales, milesimales, infinitesimales o fractales?

El último concepto que analizó Gómez sobre es si las razas son intervenciones culturales. En este punto, él explicó que todos tenemos una identidad colectiva que empieza por la familia, luego el círculo cultural, la ciudad donde se nació y finalmente el país.

Por último, concluyó que los porcentajes que indican el origen de las personas no tienen sentido a nivel genético y, debido a esos conceptos, varias comunidades se han visto desfavorecidas a nivel socioeconómico. Para él, lo que realmente importa, y puede ser sustentado desde la genética, es el ser 100 % uno mismo. Además, desmintió la idea de que existe una raza pura (como lo han pretendido los arios), porque ya se comprobó genéticamente que todos somos afrodescendientes.

A continuación, podrás ver la charla completa en la podrás profundizar en estos interesantes temas: