Marcela Méndez Hernández, economista de la Universidad de los Andes, es una mujer devota a las artes, al yoga y a los deportes, una “buscadora de caminos en [los] ambitos profesional, espiritual y emocional”, como se describe a sí misma.

Hace dos años y medio vive en Toronto (Canadá) y como muchas personas migrantes, pasó por situaciones complejas que la pusieron en un estado de vulnerabilidad, desconocida para ella, que desencadenó una serie de aprendizajes que la ayudaron a crecer.

Su inspiración surgió en el momento en que se reconectó con sus pasiones: la escritura, la música y la fotografía, dando origen a TRANSITO EQUILATERO, un “espacio creado para hablar de la autenticidad y del valor de ser uno mismo”, además donde la audiencia, principalmente migrante, se sienta identificada con historias de personas que compartan cómo decidieron apostarle a sus sueños, muchas veces yendo en contra de la corriente y de paradigmas sociales.

TRANSITO EQUILATERO, inició como un podcast y el pasado mes de noviembre del 2021, lanzó su primer capítulo denominado “saltar a lo desconocido: una vida de inmigrante”, que cuenta la experiencia de Marcela desde que decicidó salir de Colombia, esto con la intención de compartirlo con otras personas que están viviendo lo que ella vivió y con quiénes no se han atrevido a dar el salto.

En TRANSITO EQUILATERO se habla de la espiritualidad, política, género, música y literatura, en torno a vidas auténticas de personas que decidieron seguir su corazón. Y aunque este espacio inicia como podcast, se tiene previsto que tenga un blog en inglés y español.

 Actualmente, Marcela tiene varios proyectos. Uno de escritura creativa para mujeres con Casa habitada- un espacio liderado por la escritora caleña Vera Carvaja. El otro es un proyecto llamado ¨The Shoe Project¨ – un espacio de talleres, cursos y seminarios liderado por escritoras canadienses quienes decidieron apoyar a mujeres inmigrantes que tienen habilidades de escritura y quieren contar su historia.

“Se llama The Shoe Project, porque los relatos están relacionados con los zapatos, ya que estos son una metáfora de los caminos que recorremos en la vida y como siempre tenemos unos zapatos que nos acompañan en un viaje o zapatos que tienen un valor sentimental para nosotros, es por eso que estos relatos se escriben en relación a ellos”, comentó Marcela.

Con estas historias no solo se busca mejorar el desarrollo de habilidades escritas y orales de las inmigrantes, sino también educar a la audiencia frente a los problemas que enfrentan las personas que migran a otros países.

“Es un proyecto muy bonito primero porque participamos mujeres de varias nacionalidades y además porque es una manera de darle voz a muchas mujeres que decidimos arriesgarnos y salir de nuestro país. Muchas de esas mujeres tienen historias muy duras, ya que muchas han venido como refugiadas, algunas son víctimas de la guerra y otras han tenido que separarse de su familia. Creo que este espacio me ha sensibilizado mucho más y me ha puesto en una posición mucho más empática frente a los procesos de los demás. Hay historias muy dolorosas y otras más alegres, pero al final se trata de ser resiliente”, expresó Marcela.