Marta Traba.

Enero 25, 2021
Cultura
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Marta Traba  nació un 25 de enero de 1930, y hoy en su natalicio queremos recordar su gran labor en el arte.

Crítica de arte argentino-colombiana, fue un personaje clave en la teoría e historia del arte latinoamericano. Su obra puede definirse en dos períodos críticos: entre 1945 y los años 1960, donde adopta un punto de vista eurocéntrico, que toma como referencia el arte moderno europeo o “internacional”; y el de los años 1960-65, dándose cuenta del peligro que representaba la internacionalización de las artes latinoamericanas, empezó a reivindicar un arte moderno latinoamericano, que reflejara y respetara las identidades culturales regionales.

La primera etapa del pensamiento crítico de Marta se caracterizó por una defensa activa, en América latina y más específicamente en Colombia, de un arte moderno que siguiera las tendencias y los movimientos artísticos internacionales y sobre todo

Entre 1960 y 1966, Marta Traba desarrolló paulatinamente la idea de que las grandes potencias europeas y norteamericanas amenazaban la expresión artística latinoamericana por su presencia en la escena artística del subcontinente y, por consiguiente, Latinoamérica corría el riesgo, de “terminar en un anodino apéndice de Occidente” Entonces, Marta Traba descentró progresivamente su discurso teórico para pensar el arte moderno desde Latinoamérica.

Se instaló en Colombia en septiembre de 1954 con la familia de su marido. A partir de su llegada, se integró en la vida intelectual bogotana y allí difundió su concepción del arte moderno, en una época en que el arte moderno “internacional” era desconocido y a veces rechazado en Colombia.

Desde ese comienzo tuvo un espacio en las pantallas colombianas, primero como libretista de la serie “Una rosa de los vientos” (1954) y después con espacios como “El museo imaginario” (1955), “Una visita a los museos” (1955) y “El ABC del arte” (1956), dedicados a difundir ampliamente sus conocimientos sobre historia del arte -materia que enseñó con gran éxito en las universidades Nacional, de América y de Los Andes.

 

 

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En 1957 fue expulsada de la televisión por el gobierno militar y rápidamente reincorporada a petición del público después de la caída de Rojas Pinilla, de tal forma que el 22 de noviembre de ese año dio inicio al “Primer curso de extensión cultural televisado”, emitido los viernes a las 9 P.M. Todo aquel que quisiera podía inscribirse, enviando una carta con su nombre, edad, domicilio y profesión. Sus estudiantes recibían a vuelta de correo la conferencia semanal mimeografiada.

Gracias a su profunda convicción de la utilidad del medio televisivo para expandir el conocimiento sobre el arte, Marta Traba siempre volvió a ella y en 1966 estrenó su serie “Puntos de vista”, emitida en el canal “Teletigre” y censurada por el gobierno colombiano argumentando que “alentaba a la subversión”.

En cuanto a sus teorías, Marta Traba explicaba que la recepción del arte moderno internacional por los artistas colombianos no debe consistir en una mera imitación de las obras, de los códigos estéticos o del estilo de otros artistas, sino más bien en inspirarse en sus modelos teóricos y en los ideales que vieron nacer sus obras. Así, el arte moderno latinoamericano debe, según ella, construirse como un arte de alcance “internacional”, en el cual predominen la independencia del artista y la autonomía del lenguaje plástico con respecto a su lugar de creación y su contexto socio-político. Marta Traba quiso, de este modo, que emergiera una conciencia de la modernidad en Colombia.

En 1982 el presidente Belisario Betancur le otorgó la ciudadanía colombiana, país al que se dirigía cuando se accidentó el avión de Avianca que la traía de vuelta el 27 de noviembre de 1983, el mismo año en que grabó en Colombia la última de sus series sobre arte: “Historia del arte moderno contada desde Bogotá”.