Gerencia y cumplimiento de metas

Julio 10, 2024
inelandes

Muchas veces suponemos que todos en el trabajo saben “para dónde vamos”. Esa idea puede llevar al caos, pues en un entorno cambiante, con múltiples diferencias en formación y cultura, suponer que la gente entiende lo que debe hacer, es un grave error. Los empleados suelen tener cinco preguntas básicas:

 

  • ¿A dónde vamos?
  • ¿Qué se espera de nosotros?
  • ¿Cómo lo estamos haciendo?
  • ¿Qué me queda de esto?
  • ¿A quién puedo acudir si necesito ayuda?

 

Algunas personas no entienden por qué las empresas invierten tanto tiempo y recursos para definir su misión, visión y objetivos estratégicos. La falta de entendimiento sobre estos conceptos puede generar falta de alineamiento entre empleados y directores de diferentes índoles:

En muchas empresas, generalmente pequeñas, los dueños no consideran importante brindar claridad a los empleados sobre la estrategia y, por lo tanto, no puede haber respuesta a ninguna de las preguntas enunciadas inicialmente, ocasionando desorden.

En otras empresas, generalmente medianas, puede pasar que definen misiones y visiones tan elaboradas que nadie las entiende realmente o tan idealistas, que son la utopía de la empresa, generando confusión.

En la mayoría de empresas grandes y multinacionales, conocen la importancia de responder a estas preguntas y en su documentación lo hacen, pero con frecuencia fallan al no comunicarlas efectivamente a todos los niveles y en la escala requerida. Cuando la misión habla, por ejemplo, de “ser líderes mundiales en…”, puede suceder que el empleado que trabaja en un lugar remoto de un país pequeño no tenga claro cómo puede contribuir al éxito de su empresa a nivel mundial, produciendo desinterés.

 

En momentos de confusión, pueden surgir algunos gerentes o líderes, quienes, gracias a su formación o personalidad, definen informalmente el direccionamiento pertinente a la situación de sus áreas de negocio o de la empresa, llevándola al éxito, pero hay que ser conscientes de que las empresas no pueden dejar que esto dependa de las cualidades o habilidades de los directores, sino que deben asegurarse de que las respuestas a las preguntas fundamentales, llegue a todos, contextualizados según la función y ubicación de cada empleado dentro de la empresa.

 

Típicamente, quienes tienen un perfil más orientado hacia el liderazgo, buscan el cumplimiento de las metas brindando claridad sobre el “por qué” deben cumplirse y es así como con su personalidad inspiradora, lleva a la gente a seguirlos en su estrategia, alineándolos con el direccionamiento adecuado para el momento que vive la empresa. Por otro lado, quienes tienen perfil y formación más gerenciales, se enfocan en el desempeño de su área y suelen definir muy bien el “cómo”, brindando claridad sobre las metas, procesos y mejoras requeridas por la empresa para garantizar la confiabilidad del área.

 

Hoy en día no es posible separar estos dos estilos de liderazgo, porque las empresas deben responder rápidamente a cada cambio de mercado, de la tecnología o a la rotación de personal dentro de la organización y la única forma de alinear e inspirar efectivamente a la gente es respondiendo a esas cinco preguntas antes enunciadas, mediante:

 

  • Direccionamiento ⮕ para dónde vamos
  • Definición adecuada de metas ⮕ qué se espera de nosotros
  • Realimentación sobre el desempeño de las personas ⮕ cómo lo estoy haciendo
  • Reconocimiento ⮕ qué me queda de esto
  • Soporte para quien lo requiera ⮕ a dónde voy por ayuda