El capítulo Arquiandinos organizó en octubre del año pasado un ciclo de conferencias que dieron una visión al origen de las líneas férreas del país, pensadas y construidas desde Bogotá hacia el río Magdalena durante el periodo entre 1850 y 1950.

Las charlas permitieron dar luces y contextualizar posibles causas del abandono en que se encuentran hoy, la mayoría de estos ferrocarriles en el país, con una mirada desde cuándo y cómo se pensaron obras que, en efecto, se ejecutaron y esbozan también anécdotas de los inicios de éstos proyectos.

Oswaldo Escobar, Ingeniero Civil e Historiador de la Universidad Javeriana, quien ha dictado diferentes charlas y escrito varios libros sobre los ferrocarriles en Colombia, fue el encargado de presentar estas interesantes conferencias sobre la historia de los ferrocarriles con origen Bogotá,  y destino el río Magdalena. Basa buena parte de su ponencia, en investigaciones propias, de fuentes extranjeras, desde los lugares de origen de las firmas contratistas que construyeron las líneas férreas, caso: Inglaterra, Bélgica y Alemania.

En la primera charla, Escobar dio una visión global de lo que sucedió con los ferrocarriles del mundo, dónde se originaron y el fenómeno de la introducción a la ciencia de los ferrocarriles, el cuál fue, según él, un desarrollo tecnológico importante que de alguna manera afectó, no solamente a Colombia, sino a todos los países que lo implementaron, y particularmente con mayor éxito en los Estados Unidos de América.

Explicó lo importante que fue para todos, la Revolución Industrial en Inglaterra, el funcionamiento de algunas locomotoras a vapor y eléctricas y cómo fue el panorama en otros países (Inglaterra, Alemania, Perú y Estados Unidos). Mencionó entre otras cosas, las siderurgias, la era de los ferrocarriles, los rieles, la utilización del hierro y posteriormente el acero, el sistema de tracción, la importancia del vapor, el zigzag en una vía férrea, los radios de giro, pendientes, y las longitudes de los túneles, entre otros temas.

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La segunda charla, se centró en  el origen de los ferrocarriles en Colombia y su relación con la construcción de los caminos que se hicieron tanto en la época precolombina como republicana.

“Para que hablemos de ferrocarriles, debemos remontarnos a esas épocas para poder entender qué fue lo que sucedió con los ferrocarriles en Colombia”.

Escobar hizo todo un recorrido desde  la llegada del conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada por el rio Magdalena, hasta que se establecieron los principales sistemas de comunicación en el país. Indagó sobre la situación del transporte en el siglo XIX, el camino de Honda, los precarios caminos que había debido a las difíciles condiciones geográficas, los principales viajeros, el contexto político y las primeras escuelas de ingeniería. Habló del camino de Poncet (1847), el camino carretero de Cambao, las exploraciones de Liévano y el inicio de la construcción de carreteras y ferrocarriles de Bogotá, al río Magdalena.

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Las siguientes charlas fueron más especificas y se centraron en cómo fueron construidas las vías férreas de Girardot y la Sabana (1880-1916), Cundinamarca y el Sur del país (1880-1934) y del Norte al Noroeste del país.

Escobar explicó la forma cómo se construyeron, quienes las construyeron (particularmente los Ingleses, Belgas y Alemanes) y mencionó todas las dificultades que se presentaron para su finalización, incluyendo el sistema de contratación que se manejaba en la época.

“Estos ferrocarriles no se pueden tomar como únicos, especialmente los que salen de Bogotá. Uno no puede pensar en el ferrocarril de Girardot como una sola línea porque está conectada con el ferrocarril de la Sabana y del Sur. De alguna forma, todos terminan interconectados”, agregó.

Por último, Escobar explicó sobre el posible origen de la decadencia de las vías férreas en el país.  De acuerdo con él, las causas no se pueden limitar a la creación de sindicatos, o corrupción.

“Yo creo está relacionado con un bajo desarrollo tecnológico, por no contar con redes eléctricas por todo el país y el bajo volumen de carga. En esa época,  Colombia no superaba los 2.600.000 de habitantes,  la misma población que ahora pueden tener 2 localidades de Bogotá. ¿Cómo íbamos a pensar en explotar un ferrocarril exitosamente en esas condiciones?”, se pregunta el Ingeniero Escobar.

A continuación, podrás ver las tres conferencias restantes para profundizar en estos interesantes temas: