¿Y cómo se toman esas imágenes de cielo profundo?

Febrero 22, 2022
Astroséneca
Imagen destacada

Escrito por Alfredo Beltral/Capítulo de Astroséneca

Es una pregunta que recibo recurrentemente cuando la gente ve mis astrofotografías. Algunos incluso preguntan si es solamente apuntar el telescopio a cualquier lugar del cielo y disparar la cámara. En realidad, hay mucho de planeación en cada sesión para la toma de una astrofotografía y en los párrafos siguientes describiré el proceso.

Lo primero, es conocer algo del cielo. Debido a la rotación de la tierra todos los astros siguen el movimiento de oriente a occidente que vemos en el sol a diario. Pero no todos se ven durante la misma época del año. Entonces es necesario conocer cuáles empiezan a verse al anochecer, permaneciendo visibles la mayor parte de la noche.

Otros estarán altos en el cielo desde que se pone el sol, cerca al cenit, y, algunos otros, en ese momento ya estarán muy al occidente, indicando que su tiempo para ser observados o fotografiados será varios meses más tarde en el año. Por lo tanto, lo primero para tomar la foto de un objeto de cielo profundo será conocer su posición.

Ahora, también debe tenerse claro que existen varios objetos de espacio profundo. Las nebulosas son muy vistosas por sus colores y su tamaño varía: algunas son muy extensas y otras pequeñas. Las galaxias normalmente son pequeñas y los cúmulos estelares, dependiendo de su forma, pueden ser compactos, como en el caso de los globulares, o extensos en el caso de los cúmulos abiertos. Esto nos dice que dependiendo del astro que queramos fotografiar, dependerá su tamaño aparente que se observará a través del telescopio.

Otra cosa para tener en cuenta es la luna. Siendo el astro más próximo a la tierra, predomina en el cielo nocturno. Dependiendo de la fase en la que se encuentre su brillo será mayor o menor y afectará la oscuridad del cielo. Es un tema importante porque la mayoría de los objetos de cielo profundo son sumamente tenues y por lo tanto, para verse, requieren las condiciones más oscuras posibles del cielo. Lo brillante o tenue de un astro se conoce como magnitud.

¿Y qué pasa cuando se trata de fotografiar los objetos de cielo profundo desde la ciudad? A los aspectos anteriores hay que agregarle la iluminación artificial, conocida como contaminación lumínica, que también afecta a los objetos tenues.

¡Afortunadamente la tecnología disponible hoy nos permite capturar todos estos objetos aún desde la ciudad y con la luna llena! Para eso, tenemos hoy cámaras muy sensibles y filtros que están diseñados para rechazar la luz artificial y dejar pasar la luz del astro. De otra parte, los telescopios actuales son muy eficientes para capturar la luz y permitirnos observar o fotografiar los objetos celestes.

Sabiendo cuál objeto está disponible en el cielo la noche que estamos fotografiando, podemos elegir el mejor filtro para poderlo tomar y arrancar la sesión de fotografía.

Lo primero será alinear nuestro telescopio con el polo norte celeste (o con el polo sur si estamos en el hemisferio sur) para que el seguimiento del objeto, que recordemos se mueve toda la noche de oriente a occidente, sea lo más preciso posible.

Una vez alineado el telescopio, se le dan las coordenadas del objeto para que lo podamos ver. Los telescopios de hoy son robotizados y vienen con un control que recibe esa información desplazándose automáticamente al sitio deseado del cielo.

Luego viene un paso relativamente sencillo que es enfocar la imagen. ¡Nadie quiere una foto desenfocada! Puede hacerse de forma manual, ajustando el foco al punto que a la vista parezca el más preciso, o automáticamente a través de un programa de computador.

Recordemos que estamos fotografiando un objeto que es muy tenue y, además, se está moviendo. Por lo tanto, se requiere un equipo de guiado, que ayude a mantener el astro en el campo de visión. Nuevamente, el computador se encarga de ello.

Después de esto se toman la cantidad de imágenes individuales que se tenga previsto. Normalmente tomo varias horas de un mismo objeto, distribuidas en fotos de tres o cinco minutos cada una. Esto es fundamental porque durante el procesado de la foto se combinarán mediante software todas las imágenes individuales para mostrar los detalles del muy tenue astro que fotografiamos durante la noche.

Finalmente, es necesario procesar la imagen digitalmente. Es algo que a diario nuestros teléfonos hacen cada vez que tomamos una foto. Muy seguramente el resultado será la foto de un astro, ¡sea nebulosa, galaxia o cúmulo, que nos habrá dejado satisfechos y con ganas de hacer más astrofotografía!

Hasta la próxima…